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Marcos 9:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―Maestro —respondió un hombre de entre la gente—, te he traído a mi hijo, pues es controlado por un espíritu que le ha quitado el habla.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti a mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Un hombre de la multitud tomó la palabra y dijo: —Maestro, traje a mi hijo para que lo sanaras. Está poseído por un espíritu maligno que no le permite hablar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y uno del gentío le respondió: 'Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu mudo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y uno de la multitud le contestó: 'Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y uno de la multitud respondiendo, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

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Otras versiones



Marcos 9:17
12 Referencias Cruzadas  

Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar.


Y le dijo: ―Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques y sufre terriblemente. Muchas veces cae en el fuego o en el agua.


Mientras ellos salían, le llevaron un mudo endemoniado.


Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos regañaban a quienes los llevaban.


y le suplicaba con insistencia: ―Mi hijita se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva.


Esta mujer era griega, y sirofenicia de nacimiento. Le rogaba que echara fuera al demonio que tenía su hija.


―¿Qué están discutiendo con ellos? —les preguntó.


Cada vez que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que lo echaran fuera, pero no lo lograron.


Al ver Jesús que se juntaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno. ―Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.


En otra ocasión Jesús echaba fuera de un hombre a un demonio que lo había dejado mudo. Cuando salió el demonio, el mudo habló, y la gente se quedó asombrada.


Y un hombre de entre la gente dijo: ―Maestro, te ruego que atiendas a mi hijo, pues es el único que tengo.


Cuando este hombre se enteró de que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a su encuentro. Y le suplicó que fuera a sanar a su hijo, pues estaba a punto de morir.