Así, por la tradición que se transmiten entre ustedes, dejan sin valor la palabra de Dios. Y hacen muchas cosas parecidas.
Marcos 7:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) (En efecto, los fariseos y los demás judíos no comen nada sin primero lavarse las manos, ya que están aferrados a la tradición de los antepasados judíos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. Biblia Nueva Traducción Viviente (Los judíos, sobre todo los fariseos, no comen si antes no han derramado agua sobre el hueco de sus manos, como exigen sus tradiciones antiguas. Biblia Católica (Latinoamericana) Porque los fariseos, al igual que el resto de los judíos, están aferrados a la tradición de sus mayores, y no comen nunca sin haberse lavado cuidadosamente las manos. La Biblia Textual 3a Edicion (porque los fariseos y todos los judíos, cumpliendo la tradición de los ancianos, no comen, a menos que se laven las manos a fuerza de puños,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues los fariseos, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, por guardar fielmente la tradición de los antepasados; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque los fariseos y todos los judíos, guardando la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. |
Así, por la tradición que se transmiten entre ustedes, dejan sin valor la palabra de Dios. Y hacen muchas cosas parecidas.
Así que los fariseos y los maestros de la Ley le preguntaron a Jesús: ―¿Por qué no siguen tus discípulos las costumbres de los antepasados, en vez de comer con manos impuras?
Pero el fariseo se sorprendió al ver que Jesús no se había lavado las manos antes de comer.
Había allí seis vasijas de piedra, de las que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada una cabían unos cien litros.
Cumplí con todo lo que pedía la religión judía, y lo hice mejor que muchos de mis compañeros, pues obedecía con pasión las enseñanzas de mis antepasados.
Cuídense de que nadie los engañe con ideas y pensamientos que parecen llenos de sabiduría. Son solo enseñanzas humanas que vienen de los poderes de este mundo. No son las enseñanzas de Cristo.
Como bien saben, ustedes fueron rescatados de una vida sin propósito, y esa vida la heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas que no duran, como el oro o la plata.