La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Marcos 7:25 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

De hecho, muy pronto se enteró de su llegada una mujer que tenía una niña controlada por un espíritu maligno, así que fue y se arrojó a sus pies.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Enseguida una mujer que había oído de él se acercó y cayó a sus pies. Su hijita estaba poseída por un espíritu maligno,

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Una mujer, cuya hija estaba en poder de un espíritu malo, se enteró de su venida y fue en seguida a arrodillarse a sus pies.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Al momento, una mujer cuya hijita° tenía un espíritu inmundo, luego que oyó acerca de Él, fue y se postró a sus pies.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

porque en seguida, una mujer que tenía a su hijita poseída de un espíritu impuro, apenas oyó hablar de él, vino a postrarse a sus pies.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, oyendo de Él, vino y se postró a sus pies.

Ver Capítulo
Otras versiones



Marcos 7:25
10 Referencias Cruzadas  

Una mujer cananea de aquella región salió a su encuentro, gritando: ―¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija sufre terriblemente por estar endemoniada.


Un hombre que tenía lepra se le acercó y, de rodillas, le suplicó: ―Si quieres, puedes sanarme.


La mujer, sabiendo lo que le había sucedido, se acercó temblando de miedo. Se arrojó a los pies de Jesús y le confesó toda la verdad.


Jesús salió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quería que nadie lo supiera, pero no pudo esconderse.


Esta mujer era griega, y sirofenicia de nacimiento. Le rogaba que echara fuera al demonio que tenía su hija.


Se tiró al suelo hasta tocar la tierra con su rostro. Y allí, a los pies de Jesús, le dio las gracias, a pesar de que era samaritano.