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Marcos 7:21 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, las relaciones sexuales prohibidas, los robos, los homicidios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues de adentro, del corazón de la persona, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, el robo, el asesinato,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los pensamientos malos salen de dentro, del corazón: de ahí proceden la inmoralidad sexual, robos, asesinatos,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos: fornicaciones, hurtos, homicidios,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque de lo interior, del corazón de los hombres, proceden las malas intenciones, fornicaciones, robos, homicidios,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque de adentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, adulterios, fornicaciones, homicidios,

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Marcos 7:21
37 Referencias Cruzadas  

Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las relaciones sexuales prohibidas, los robos, los falsos testimonios y las calumnias.


Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: ―¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos?


Luego añadió: ―Lo que sale de la persona es lo que la contamina.


También salen los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, el orgullo y la estupidez.


Él les dijo: «Ustedes se hacen los buenos ante la gente, pero Dios conoce sus corazones. Dense cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.


¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y, una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No nos has mentido a nosotros, sino a Dios!


Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor. Tal vez te perdone el haber tenido esa mala intención.


Antes nos dominaba el deseo de hacer lo malo, y la Ley despertaba aún más esos malos deseos en nuestro cuerpo. Vivíamos para hacer el mal y eso solo producía muerte.


Pero el pecado, aprovechando la oportunidad que le proporcionó el mandamiento, despertó en mí toda clase de deseos por cosas que otros tienen. Pues sin la Ley el pecado no tiene ningún poder.


Por eso les pido que hagan morir todos sus deseos de maldad. No tengan relaciones sexuales prohibidas, dejen las acciones vergonzosas y sus malos deseos de placer. Abandonen el deseo de hacer lo malo, el deseo de siempre tener más dinero, pues es lo mismo que adorar ídolos.


En otro tiempo también nosotros éramos tontos y desobedientes. Fuimos engañados y nos hicimos esclavos de toda clase de malos deseos y placeres. Vivíamos haciendo el mal y llenos de envidia. Éramos gente odiosa y nos odiábamos unos a otros.


¿acaso no hacen diferencia entre uno y otro, y juzgan con malas intenciones?