Le respondieron: ―Unos dicen que es Juan el Bautista, otros, que Elías, y otros, que Jeremías o uno de los profetas.
Marcos 6:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Otros decían: «Es Elías». Otros, en fin, afirmaban: «Es un profeta, como los de antes». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. Biblia Nueva Traducción Viviente Otros decían: «Es Elías». Incluso otros afirmaban: «Es un profeta como los grandes profetas del pasado». Biblia Católica (Latinoamericana) Otros decían: 'Es Elías', y otros: 'Es un profeta como los antiguos profetas'. La Biblia Textual 3a Edicion (pero otros decían: Es Elías; y otros decían: Es un profeta; como cualquiera de los profetas).° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero otros decían: 'Es Elías'. Otros, en cambio: 'Es un profeta, como uno de los demás profetas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. |
Le respondieron: ―Unos dicen que es Juan el Bautista, otros, que Elías, y otros, que Jeremías o uno de los profetas.
Pero, cuando Herodes oyó esto, dijo: «¡Juan, al que yo mandé que le cortaran la cabeza, ha resucitado!».
―Unos dicen que Juan el Bautista, otros, que Elías, y otros, que uno de los profetas —respondieron.
Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías. Hará que los padres se reconcilien con los hijos y guiará a los desobedientes para que sigan el ejemplo sabio de los obedientes. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la que lo está tocando. Sabría qué clase de mujer es: una pecadora».
―Unos dicen que Juan el Bautista, otros, que Elías, y otros, que uno de los antiguos profetas ha resucitado —respondieron.
Otros decían que se había aparecido Elías. Y había otros que decían que había resucitado alguno de los antiguos profetas.
―¿Quién eres entonces? —le preguntaron—. ¿Acaso eres Elías? ―No lo soy. ―¿Eres el profeta? ―No lo soy.
y le preguntaron: ―Pues, si no eres el Cristo ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo».
Al oír sus palabras, algunos de entre la gente decían: «Verdaderamente este es el profeta».
Por eso interrogaron de nuevo al ciego: ―¿Y qué opinas tú de él? Fue a ti a quien te abrió los ojos. ―Yo digo que es profeta —contestó.