Un día Jesús fue a comer a casa de un líder de los fariseos. Era sábado, así que estos estaban vigilando a Jesús.
Marcos 3:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Y, como algunos buscaban un motivo para acusar a Jesús, no le quitaban la vista de encima. Querían ver si sanaba al enfermo en sábado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Biblia Nueva Traducción Viviente Como era el día de descanso, los enemigos de Jesús lo vigilaban de cerca. Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero algunos estaban observando para ver si lo sanaba Jesús en día sábado. Con esto tendrían motivo para acusarlo. La Biblia Textual 3a Edicion Y lo observaban, por si lo sanaría° en sábado, para que lo acusaran.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y estaban espiando a Jesús a ver si lo curaba en sábado, para poder acusarlo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le acechaban, si en sábado le sanaría, para poder acusarle. |
Un día Jesús fue a comer a casa de un líder de los fariseos. Era sábado, así que estos estaban vigilando a Jesús.
Así que los maestros de la Ley y los fariseos no le quitaban la vista de encima, para ver si sanaba en sábado. Buscaban un motivo para acusar a Jesús.
Entonces, para vigilarlo, enviaron espías que fingían ser gente justa. Pensaban atrapar a Jesús diciendo algo malo y así poder entregarlo a la autoridad del gobernador.
Algunos de los fariseos comentaban: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado». Otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales milagrosas?». Y había desacuerdo entre ellos.
donde había un hombre que tenía una mano paralizada. Como buscaban un motivo para acusar a Jesús, le preguntaron: ―¿Está permitido sanar en sábado?
Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada: ―Ponte de pie frente a todos.
Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo.