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Marcos 2:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Entonces se juntaron tantos que ya no quedaba sitio ni siquiera frente a la puerta. Mientras él les predicaba la palabra,

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pronto la casa donde se hospedaba estaba tan llena de visitas que no había lugar ni siquiera frente a la puerta. Mientras él les predicaba la palabra de Dios,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

se reunió tanta gente que no quedaba sitio ni siquiera a la puerta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y se reunieron muchos, de modo que ya no había sitio ni aun frente a la puerta; y Él les hablaba la palabra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se reunió tanta gente que ni siquiera cabían delante de la puerta; y él les dirigía la palabra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

E inmediatamente se juntaron muchos, tanto que ya no había lugar, ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.

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Otras versiones



Marcos 2:2
20 Referencias Cruzadas  

y, tomando él la palabra, comenzó a enseñarles diciendo:


Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar la buena noticia de Dios.


Por eso, la población entera se estaba reuniendo a la puerta.


Por fin lo encontraron y le dijeron: ―Todo el mundo te busca.


Pero él salió y comenzó a hablar con mucha gente, contando lo sucedido. Como resultado, Jesús ya no podía entrar en ningún pueblo abiertamente. Tenía que quedarse en las afueras, en lugares solitarios. Aun así, gente de todas partes seguía buscándolo.


Unos días después, Jesús entró de nuevo en Capernaúm, y se corrió la voz de que estaba en casa.


Jesús fue nuevamente a la orilla del lago. La gente llegaba hasta donde él estaba, y él les enseñaba.


Cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.


Mientras tanto, se habían reunido millares de personas, tantas que se atropellaban unas a otras. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, o sea, de la hipocresía.


Un día, mientras enseñaba, estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la Ley. Habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea y también de Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar a los enfermos.


Después de esto, Jesús estuvo recorriendo los pueblos y las aldeas. Anunciaba la buena noticia del reino de Dios, acompañado de los doce apóstoles.


»Este es el significado de la parábola: La semilla es la palabra de Dios.


Los que habían huido a causa de la persecución que se desató por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía. Allí anunciaban el mensaje solamente a los judíos.


Anunciaron el mensaje en el pueblo de Perge, y de allí bajaron a Atalía.


Atravesaron la región de Frigia y Galacia, ya que el Espíritu Santo les había impedido que predicaran la palabra en la provincia de Asia.


Después de testificar y anunciar el mensaje del Señor, Pedro y Juan se pusieron en camino de vuelta a Jerusalén. De camino iban predicando la buena noticia en muchos pueblos samaritanos.


¿Qué se nos está diciendo con todo esto? Pues que «El mensaje está cerca de ti; lo tienes en la boca y en el corazón». Este es el mensaje que predicamos acerca de la fe:


Predica el mensaje de Dios, nunca dejes de hacerlo, aunque no parezca ser el mejor momento. Corrige, reprende y anima con mucha paciencia a todos, sin dejar de enseñar.