Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Marcos 16:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Los discípulos salieron y predicaron por todas partes. El Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén. Biblia Nueva Traducción Viviente Y los discípulos fueron por todas partes y predicaron, y el Señor actuaba por medio de ellos confirmando con muchas señales milagrosas lo que decían. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos, por su parte, salieron a predicar en todos los lugares. El Señor actuaba con ellos y confirmaba el mensaje con los milagros que lo acompañaban. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos luego fueron a predicar por todas partes, cooperando el Señor con ellos y confirmando su palabra con las señales que la acompañaban]. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con señales que les seguían. Amén. |
Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Muchos han querido escribir la historia de las cosas que han pasado entre nosotros.
Han querido decirlas tal y como las contaron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra.
En todo caso, Pablo y Bernabé pasaron allí bastante tiempo. Hablaban valientemente en el nombre del Señor, quien confirmaba el mensaje de su inmerecido amor. Lo confirmaba haciendo milagros y maravillas por medio de ellos.
Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer milagros y maravillas mediante el nombre de tu santo siervo Jesús».
Por medio de los apóstoles ocurrían muchos milagros y maravillas entre el pueblo. Y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en las afueras del Templo, en la entrada a la puerta de Salomón.
Esas poderosas maravillas y milagros que he hecho las he logrado hacer gracias al poder del Espíritu de Dios. Comencé a anunciar la buena noticia de Cristo en Jerusalén, por todas partes, hasta la región de Iliria.
Nosotros, ayudantes de Dios, les rogamos que sepan apreciar su inmerecido amor.
Si eso fue así, entonces ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la recibieron nos confirmaron que era verdad.
Dios también nos confirmó su validez por medio de hechos asombrosos, maravillas, muchos milagros y habilidades dadas por el Espíritu Santo según su voluntad.