En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra. Te alabo porque has escondido estas cosas de los sabios e instruidos, y se las has revelado a los que son como niños.
Marcos 10:32 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados, y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer: Biblia Nueva Traducción Viviente Subían rumbo a Jerusalén, y Jesús caminaba delante de ellos. Los discípulos estaban llenos de asombro y la gente que los seguía, abrumada de temor. Jesús tomó a los doce discípulos aparte y, una vez más, comenzó a describir todo lo que estaba por sucederle. Biblia Católica (Latinoamericana) Continuaron el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos. Los discípulos estaban desconcertados, y los demás que lo seguían tenían miedo. Otra vez Jesús reunió a los Doce para decirles lo que le iba a pasar: La Biblia Textual 3a Edicion Y estaban en el camino subiendo a Jerusalem, y Jesús iba° delante de ellos, y ellos estaban asombrados y lo seguían° con temor. Y tomando otra vez consigo a los doce,° comenzó a decirles las cosas que estaban° a punto de acontecerle: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Iban de camino subiendo a Jerusalén. Jesús caminaba delante de ellos; ellos estaban asombrados, y los que les seguían tenían miedo. Y tomando de nuevo consigo a los Doce, se puso a indicarles lo que luego le había de suceder: Biblia Reina Valera Gómez (2023) E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban asombrados, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer: |
En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra. Te alabo porque has escondido estas cosas de los sabios e instruidos, y se las has revelado a los que son como niños.
Él les respondió: ―A ustedes se les ha permitido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos, no.
Todos se quedaron tan asustados que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva, pues lo hace con autoridad! Les da órdenes incluso a los espíritus malignos, y le obedecen».
No les decía nada sin emplear parábolas. Pero, cuando estaba a solas con sus discípulos, les explicaba todo.
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven!
Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús tomó la firme decisión de ir a Jerusalén.
Entonces Tomás, apodado el Gemelo, dijo a los otros discípulos: ―Vayamos también nosotros, para morir con él.
―Maestro —respondieron ellos—, hace muy poco los judíos intentaron apedrearte, ¿y todavía quieres volver allá?