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Marcos 1:35 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Jesús se levantó muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro. Luego salió de la casa y se fue a orar a un lugar solitario.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

A la mañana siguiente, antes del amanecer, Jesús se levantó y fue a un lugar aislado para orar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario. Allí se puso a orar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Levantándose muy de mañana, estando aún oscuro, salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por la mañana, muy temprano, antes de amanecer, se levantó, salió, se fue a un lugar solitario y se quedó allí orando.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y levantándose muy de mañana, mucho antes del amanecer, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

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Otras versiones



Marcos 1:35
15 Referencias Cruzadas  

Cuando Jesús recibió la noticia, se retiró él solo en una barca a un lugar solitario. Muchísimas personas se enteraron y lo siguieron a pie desde los poblados.


Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo,


Simón y sus compañeros salieron a buscarlo.


Él, por su parte, acostumbraba retirarse a lugares solitarios para orar.


Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar y pasó toda la noche en oración a Dios.


―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.


Pero Jesús se dio cuenta de que querían llevarlo a la fuerza y proclamarlo rey. Por eso se retiró de nuevo a la montaña él solo.


Oren en todo momento y, guiados por el Espíritu Santo, hagan sus peticiones y ruegos. Manténganse alerta y sin dejar de orar por todos los creyentes.


Su manera de pensar debe ser como la de Cristo Jesús.


Cuando vivía aquí en la tierra, Jesús hizo oraciones rogando al que podía salvarlo de la muerte. Lo hizo con fuerte voz y lágrimas. Y fue escuchado porque fue humilde y obediente.