Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayan a comunidades no judías ni entren en ningún pueblo de los samaritanos.
Lucas 9:52 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Envió por delante mensajeros, que entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Biblia Nueva Traducción Viviente Envió mensajeros por delante a una aldea de Samaria para que se hicieran los preparativos para su llegada, Biblia Católica (Latinoamericana) Envió mensajeros delante de él, que fueron y entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento. La Biblia Textual 3a Edicion Y envió mensajeros delante de sí, y al ir, entraron en una aldea de samaritanos para hacerle preparativos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y envió por delante a unos mensajeros. Fueron éstos y entraron en una aldea de samaritanos, con el fin de prepararle alojamiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una aldea de samaritanos, para preparar para Él. |
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayan a comunidades no judías ni entren en ningún pueblo de los samaritanos.
Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos. Y los envió de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir.
Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, tuvo compasión de él.
Un día, siguiendo su viaje a Jerusalén, Jesús pasaba por Samaria y Galilea.
Se tiró al suelo hasta tocar la tierra con su rostro. Y allí, a los pies de Jesús, le dio las gracias, a pesar de que era samaritano.
De él hablan las Escrituras, diciendo: »“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino”.
por lo que llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar. Ese pueblo estaba cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José.
Pero, como los judíos nada usan en común con los samaritanos, la mujer le respondió: ―¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana?
―¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano y que estás endemoniado? —respondieron los judíos.