Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Lucas 9:51 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús tomó la firme decisión de ir a Jerusalén. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús salió con determinación hacia Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Como ya se acercaba el tiempo en que sería llevado al cielo, Jesús emprendió resueltamente el camino a Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Aconteció que al cumplirse° los días de su ascensión,° Él decidió resueltamente° ir a Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y sucedió que, al cumplirse el tiempo de su elevación, tomó la decisión irrevocable de ir a Jerusalén Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció, que cumpliéndose el tiempo en que había de ser recibido arriba, Él afirmó su rostro para ir a Jerusalén. |
Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla!
Continuando su viaje a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba.
Un día, siguiendo su viaje a Jerusalén, Jesús pasaba por Samaria y Galilea.
Entonces Jesús tomó aparte a los doce y les dijo: «Ahora vamos subiendo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.
Jesús estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios comenzaría en cualquier momento. Y, como todos lo escuchaban, Jesús les contó una parábola.
Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.
Iban por el camino cuando alguien le dijo: ―Te seguiré a dondequiera que vayas.
Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre».
»Ahora vuelvo al que me envió, pero ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?”.
Ya no voy a estar por más tiempo en el mundo. Pero ellos están todavía en el mundo, y yo vuelvo a ti. »Padre santo, protégelos con el poder de tu nombre. Sí, con el nombre que me diste, para que sean uno, lo mismo que nosotros.
hasta el día en que fue llevado al cielo. Antes de esto, dio instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido.
Después de decir esto, fue llevado al cielo. Mientras ellos lo miraban, una nube lo ocultó de su vista.
que Dios usó para resucitar a Cristo de entre los muertos. Y luego lo sentó a su derecha, en el sitio de más honor en el cielo.
Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece dar en el cielo por medio de Cristo Jesús.
No hay duda de que son grandes las verdades de nuestra fe: Cristo se presentó como hombre; fue declarado justo por el Espíritu, visto por los ángeles, y anunciado entre las naciones. El mundo ha creído en él, y Dios lo recibió con gloria.
Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.
Jesús entró hasta allí por nosotros, para abrirnos camino. Por eso, llegó a ser sumo sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.
Él subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios, y los ángeles y los espíritus con autoridad y poder lo obedecen.