Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ―¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!
Lucas 9:45 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero ellos no entendían lo que quería decir con esto. No lo podían entender aún, y no se atrevían a preguntarle. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, ellos no entendieron lo que quiso decir. El significado de lo que decía estaba oculto de ellos, por eso no pudieron entender y tenían miedo de preguntarle. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ellos no entendieron estas palabras. Algo les impedía comprender lo que significaban, y no se atrevían a pedirle una aclaración. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ellos no entendían° esta palabra, pues les estaba encubierta para que no la entendieran; y temían preguntarle acerca de esta palabra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos no comprendían tales cosas, pues les parecían tan obscuras que no captaban su sentido; pero les daba miedo preguntarle acerca de ellas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero ellos no entendían estas palabras, y les eran encubiertas para que no las entendiesen; y temían preguntarle de estas palabras. |
Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ―¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!
Estando reunidos en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de sus enemigos.
Guardaron el secreto, pero discutían entre ellos qué significaría eso de «levantarse de entre los muertos».
Pero ellos no entendían lo que quería decir con esto y no se atrevían a preguntárselo.
Los discípulos no entendieron nada de esto. Les era difícil de entender, pues no captaban el sentido de lo que les hablaba.
Surgió entre los discípulos una discusión sobre quién de ellos sería el más importante.
Al principio, sus discípulos no entendieron lo que sucedía. Solo después de que Jesús entró en su gloria se dieron cuenta de que se había cumplido en él lo que de él ya estaba escrito.
―En la Ley hemos leído que el Cristo permanecerá para siempre —le respondió la gente—. ¿Cómo, pues, dices que el Hijo del hombre tiene que ser levantado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?
Dijo entonces Tomás: ―Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino?