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Lucas 9:44 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―Presten mucha atención a lo que les voy a decir. El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de sus enemigos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Escúchenme y recuerden lo que digo. El Hijo del Hombre será traicionado y entregado en manos de sus enemigos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Escuchen y recuerden lo que ahora les digo: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Poned vosotros estas palabras en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre está a punto de ser entregado en mano de los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Grabad bien en vuestros oídos las palabras que os voy a decir: el Hijo del hombre ha de ser entregado en manos de los hombres'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dejad que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.

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Otras versiones



Lucas 9:44
26 Referencias Cruzadas  

Desde entonces comenzó Jesús a decirles a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén. Decía que allí sufriría muchas cosas a manos de los líderes judíos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la Ley. Y decía que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara.


«Como ya saben, faltan dos días para la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para que lo crucifiquen».


Luego comenzó a enseñarles: ―El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los líderes judíos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Es necesario que lo maten y que a los tres días resucite.


porque estaba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de sus enemigos. Lo matarán y, a los tres días de muerto, resucitará».


Quienes lo oían se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?». Pues el poder del Señor lo acompañaba.


Entonces Jesús tomó aparte a los doce y les dijo: «Ahora vamos subiendo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.


María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas.


Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió obedeciéndolos en todo. Y su madre guardaba todas estas cosas en el corazón.


Luego les dijo: ―Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que dicen las Escrituras acerca de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.


Y les dijo: ―El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los líderes judíos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley. Es necesario que lo maten y que resucite al tercer día.


―¿Hasta ahora me creen? —contestó Jesús—.


Y les digo esto para que cuando llegue ese día se acuerden de que ya se lo había advertido. Sin embargo, no les dije esto al principio porque yo estaba con ustedes.


―No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado de arriba —le contestó Jesús—. Por eso el que me puso en tus manos es culpable de un pecado más grande.


Jesús fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios. Y, por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz.


Por eso es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo.