«Este es mi siervo, a quien he elegido, mi amado, con quien estoy muy contento. Sobre él pondré mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones.
Lucas 9:35 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi elegido. ¡Escúchenlo!». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, desde la nube, una voz dijo: «Este es mi Hijo, mi Elegido. Escúchenlo a él». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero de la nube llegó una voz que decía: 'Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo. La Biblia Textual 3a Edicion Y de la nube vino° una voz que decía: ¡Este es mi Hijo, el escogido:° a Él oíd! Biblia Serafín de Ausejo 1975 De la nube salió una voz que decía: ' Este es mi Hijo, el elegido; escuchadlo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado; a Él oíd. |
«Este es mi siervo, a quien he elegido, mi amado, con quien estoy muy contento. Sobre él pondré mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones.
Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy contento con él».
También se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo».
y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo».
Estaba hablando todavía cuando apareció una nube que los envolvió, de modo que se asustaron.
¡Padre, da gloria a tu nombre!». Se oyó entonces, desde el cielo, una voz que decía: «Ya le di gloria, y volveré a darle gloria».
»Pues tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Si eso fue así, entonces ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la recibieron nos confirmaron que era verdad.
Como se acaba de decir: «Si ustedes oyen hoy su voz, no sean tercos como sucedió cuando los israelitas desobedecieron».
Así fue como Dios lo hizo perfecto, para que llegara a ser autor de salvación eterna para todos los que lo obedecen.