La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Lucas 8:48 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

«Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz».

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Él entonces le dijo: Ve en paz hija, tu fe te ha salvado.°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Él le dijo: Hija, ten buen ánimo; tu fe te ha salvado; ve en paz.

Ver Capítulo
Otras versiones



Lucas 8:48
15 Referencias Cruzadas  

No acabará de romper la caña doblada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia.


Luego Jesús le dijo al capitán romano: ―¡Ve! Todo se hará tal como creíste. Y en esa misma hora aquel siervo quedó sano.


Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!


Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo: ―¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento.


―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.


Levántate y vete —le dijo al hombre—; tu fe te ha sanado.


―¡Recibe la vista! —le dijo Jesús—. Tu fe te ha sanado.


―Tu fe te ha salvado —le dijo Jesús a la mujer—; vete en paz.


La mujer, al ver que no podía esconderse, se acercó temblando y se arrojó a sus pies. En presencia de toda la gente, contó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.


escuchando a Pablo. Cuando Pablo vio que el hombre tenía fe para ser sanado,


Yo seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas —dice el Señor Todopoderoso».


Porque a nosotros, lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia. Pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron por la fe a los que sí lo habían creído.