»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Lucas 8:31 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Y estos le suplicaban a Jesús que no los mandara al abismo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. Biblia Nueva Traducción Viviente Los demonios seguían suplicándole a Jesús que no los enviara al abismo sin fondo. Biblia Católica (Latinoamericana) y rogaban a Jesús que no les ordenara volver al abismo. La Biblia Textual 3a Edicion Y le rogaban que no les mandara ir al abismo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y le rogaban que no les mandara irse al abismo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le rogaban que no les mandase ir al abismo. |
»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces dijo con fuerza: ―¿Por qué te metes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me castigues!
Como había una gran cantidad de cerdos alimentándose en la colina, le rogaron a Jesús que los dejara entrar en ellos. Así que él les dio permiso.
“¿Quién bajará al lugar de los muertos?”» (es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
Pero, cuando terminen de dar su mensaje, subirá del abismo una bestia. Esta bestia les hará la guerra, los vencerá y los matará.
La bestia que has visto es la que antes era, pero ya no es. Está a punto de salir del abismo, pero va rumbo a la destrucción. Los que se asombraron son aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la creación del mundo.
Pero la bestia fue capturada junto con el falso profeta. Este es el que hacía cosas maravillosas bajo la autoridad de la bestia. Por medio de esas cosas engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y adoraban su imagen. Los dos fueron echados vivos al lago de fuego y azufre.
El rey que los dirigía era el ángel del abismo. Su nombre en hebreo es Abadón y en griego, Apolión (que quiere decir: Destructor).