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Lucas 8:25 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―¿Dónde está la fe de ustedes? —les dijo a sus discípulos. Con temor y asombro ellos se decían unos a otros: «¿Quién es este, que manda aun a los vientos y las olas, y le obedecen?».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es este, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces les preguntó: «¿Dónde está su fe?». Los discípulos quedaron aterrados y asombrados. «¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros—. Cuando da una orden, ¡hasta el viento y las olas lo obedecen!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después les dijo: '¿Dónde está su fe?' Los discípulos se habían asustado, pero ahora estaban fuera de sí y se decían el uno al otro: '¿Quién es éste? Manda a los vientos y a las olas, y le obedecen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaron diciéndose unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego les dice: '¿Dónde está vuestra fe?'. Ellos, llenos de temor y de admiración, se preguntaban unos a otros: '¿Pero quién es éste, que incluso manda a los vientos y a las aguas, y le obedecen?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?

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Otras versiones



Lucas 8:25
16 Referencias Cruzadas  

―Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y dio órdenes a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo.


En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: ―¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?


―¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús.


Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¡cuánto más hará por ustedes, gente de poca fe!


―Por la poca fe que tienen —les respondió—. Les aseguro que, si tuvieran fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible.


Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?


Al oír esto, Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían: ―Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe.


Ese día al anochecer, les dijo a sus discípulos: ―Crucemos al otro lado del lago.


Los discípulos fueron a despertarlo. ―¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar! —gritaron. Él se levantó y dio órdenes al viento y a las olas. La tormenta se calmó y todo quedó tranquilo.


Navegaron hasta la región de los gerasenos, que está al otro lado del lago, frente a Galilea.