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Lucas 8:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen. Y, como no dejan de creer en ella, producen una buena cosecha.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a las personas sinceras, de buen corazón, que oyen la palabra de Dios, se aferran a ella y con paciencia producen una cosecha enorme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y lo que cae en tierra buena son los que reciben la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y, perseverando, dan fruto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero la que cae° en buena tierra, éstos son los que oyeron la palabra con corazón recto y bueno, y producen fruto con perseverancia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Lo de la tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y generoso, la retienen y por su constancia dan fruto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas la que en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto con paciencia.

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Otras versiones



Lucas 8:15
40 Referencias Cruzadas  

Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.


―Dichosos más bien —respondió Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.


El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien. Pero el que es malo, de su maldad produce el mal. Pues de lo que abunda en el corazón habla la boca.


La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida. Así que no maduran.


»Nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama. Por el contrario, la pone en un lugar alto, para que los que entren tengan luz.


»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.


Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, por eso permanezco en su amor.


A los que hacen el bien para recibir gloria, honor y vivir para siempre, Dios les dará vida eterna.


Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, viven apartados del mal y han ganado la vida eterna.


Yo sé que soy un ser humano pecador, que lo malo me domina. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.


Así mismo, hermanos en la fe, por medio de la muerte de Cristo, ustedes quedaron libres de la Ley. Pues ahora ustedes pertenecen a Cristo, que fue levantado de entre los muertos. De este modo ahora vivimos para Dios, haciendo el bien.


Pero, si vamos a esperar lo que todavía no tenemos, entonces hay que hacerlo con paciencia.


Para nada cuenta estar o no estar circuncidado. Lo que importa es cumplir los mandatos de Dios.


No merecíamos el amor que nos ha salvado por medio de la fe en Cristo. No es algo que nosotros hubiéramos logrado hacer; ¡es un regalo de Dios!


Gracias a Jesucristo, ustedes podrán hacer lo bueno y correcto, para que todos den gloria y alabanza a Dios.


Así podrán vivir obedeciendo las enseñanzas del Señor, agradándole en todo. Podrán entonces hacer muchas obras de bondad y crecer en el conocimiento de Dios.


que han recibido. Esta buena noticia se está anunciando en todo el mundo y muchos la están aceptando. Así sucedió también con ustedes desde el día en que escucharon del amor inmerecido de Dios y lo aceptaron como verdad.


Ustedes necesitan seguir confiando para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.


Por eso es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo.


Y esa fuerte confianza debe alcanzar su meta. Así ustedes serán creyentes maduros y completos, sin que les falte nada.


La prueba de que conocemos a Dios es que obedecemos sus mandamientos.