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Lucas 6:29 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita la capa, no le impidas que se lleve también la camisa.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al que te hiere en la mejilla, preséntale también la otra, y al que te quita el manto, no le impidas tomar° también la túnica.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; y a quien intenta quitarte el manto, no le impidas llevarse también la túnica.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y al que te hiera en una mejilla, dale también la otra; y al que te quite la capa, no le impidas llevar aun la túnica.

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Otras versiones



Lucas 6:29
15 Referencias Cruzadas  

Entonces algunos le escupieron en el rostro y le dieron puñetazos. Otros lo abofeteaban


Le vendaron los ojos y le preguntaban: ―¡Profetiza!, ¿quién te pegó?


Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames.


Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí cerca le dio una bofetada y le dijo: ―¿Así contestas al sumo sacerdote?


Ante esto, el sumo sacerdote Ananías ordenó a los que estaban cerca de Pablo que lo golpearan en la boca.


Hasta el momento pasamos hambre, tenemos sed, nos falta ropa, se nos maltrata, no tenemos una casa propia.


En realidad, ya es una grave falla el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los roben?


Aguantan incluso a los que los obligan a servirles, o a los que se aprovechan de ustedes, les quitan lo que tienen, o los tratan con desprecio, o los golpean en la cara.


También sintieron compasión de los que estaban en la cárcel. Y, cuando a ustedes les quitaron sus bienes, lo aceptaron con alegría, seguros de que tenían una riqueza mejor y más permanente.