Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa cobrando los impuestos. «Sígueme», le dijo Jesús. Y Mateo se levantó y lo siguió.
Lucas 6:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) también Mateo, Tomás y Santiago hijo de Alfeo; además de Simón, al que llamaban el Zelote, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, Biblia Nueva Traducción Viviente Mateo, Tomás, Santiago (hijo de Alfeo), Simón (a quien llamaban el zelote), Biblia Católica (Latinoamericana) Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, La Biblia Textual 3a Edicion a Mateo y a Tomás, a Jacobo (de Alfeo), y a Simón (el llamado Zelote), Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mateo y Tomás, Santiago el de Alfeo y Simón, llamado el Zelotes, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Zelotes; |
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa cobrando los impuestos. «Sígueme», le dijo Jesús. Y Mateo se levantó y lo siguió.
Al pasar vio a Leví hijo de Alfeo, sentado a la mesa cobrando los impuestos. «Sígueme», le dijo Jesús. Y Leví se levantó y lo siguió.
Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el Zelote
Después de esto salió Jesús y se fijó en un cobrador de impuestos llamado Leví, sentado a la mesa donde cobraba. «Sígueme», le dijo Jesús.
Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, Juan, Felipe y Bartolomé;
Entonces Tomás, apodado el Gemelo, dijo a los otros discípulos: ―Vayamos también nosotros, para morir con él.
Tomás, al que apodaban el Gemelo, no estaba con los discípulos cuando llegó Jesús. Él era uno de los doce,
Cuando llegaron, subieron al lugar donde se estaban quedando. Estaban allí Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás. También estaban Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Zelote, y Judas hijo de Santiago.
Cuando terminaron, Santiago tomó la palabra y dijo: ―Hermanos en la fe, escúchenme.
No vi a ningún otro de los apóstoles; solo vi a Santiago, el hermano del Señor.
En efecto, Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados líderes importantes, reconocieron que Dios, aunque yo no lo merecía, me escogió. Entonces nos dieron la mano a Bernabé y a mí aceptándonos como compañeros. Y acordamos que nosotros iríamos a los no judíos y ellos a los judíos.
Los saluda Santiago, servidor de Dios y del Señor Jesucristo. Les dirijo esta carta a las doce tribus que están esparcidas por el mundo.