Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en otros pueblos.
Lucas 23:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero ellos insistían: ―Con sus enseñanzas alborota al pueblo por toda Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero insistían: —Con sus enseñanzas causa disturbios por donde va, en toda Judea, desde Galilea hasta Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ellos insistieron: 'Está enseñando por todo el país de los judíos y sublevando al pueblo. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ellos insistían, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, y comenzando desde Galilea llega° hasta aquí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ellos insistían con más ahínco: 'Está amotinando al pueblo con lo que enseña por toda Judea, desde que comenzó por Galilea hasta llegar aquí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí. |
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en otros pueblos.
Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.
Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. ―Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá ustedes!
Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y sanando toda enfermedad y dolor entre la gente.
Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar la buena noticia de Dios.
Jesús salió de allí. Entonces los maestros de la Ley y los fariseos, resentidos, se pusieron a molestarlo con muchas preguntas.
Pero a voz en cuello ellos siguieron insistiendo en que lo crucificara, y con sus gritos se impusieron.
Al día siguiente, Jesús decidió salir hacia Galilea. Se encontró con Felipe y le dijo: ―Sígueme.
―¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo! —gritaron. ―¿Acaso voy a crucificar a su rey? —respondió Pilato. ―No tenemos más rey que el césar —contestaron los jefes de los sacerdotes.
Esta, la primera de sus señales milagrosas, la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así reveló su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Otros afirmaban: «¡Es el Cristo!». Pero otros decían: «¿Cómo puede el Cristo venir de Galilea?
―¿También tú eres de Galilea? —respondieron—. Investiga y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta.
Ustedes conocen este mensaje que se anunció por toda Judea. Comenzó a anunciarse en Galilea, después del bautismo que predicó Juan.
La discusión se volvió tan violenta que el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos a Pablo. Así que ordenó a los soldados que sacaran a Pablo de allí por la fuerza y lo llevaran al cuartel.
Entonces todos ellos, gritando con fuerza, se taparon los oídos y se le fueron encima.