Entonces soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar y lo entregó para que lo crucificaran.
Lucas 23:25 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Soltó al hombre que le pedían. Echó fuera de la cárcel al que era culpable de rebeldía y homicidio. Luego, dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Como habían pedido, puso en libertad a Barrabás, el que estaba preso por levantamiento y asesinato. Y les entregó a Jesús para que hicieran con él como quisieran. Biblia Católica (Latinoamericana) Soltó al que estaba preso por agitador y asesino, pues a éste lo querían, y entregó a Jesús como ellos pedían. La Biblia Textual 3a Edicion Soltó entonces al que pedían (que había sido echado en la cárcel por insurrección y homicidio), y entregó a Jesús a la voluntad de ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Puso en libertad al que reclamaban, al que había sido encarcelado por motín y homicidio, y a Jesús lo entregó a su arbitrio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y les soltó a aquél que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, al cual habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos. |
Entonces soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar y lo entregó para que lo crucificaran.
Como quería satisfacer a la gente, Pilato soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar y lo entregó para que lo crucificaran.
Y comenzaron la acusación con estas palabras: ―Hemos descubierto a este hombre causando alboroto en nuestra nación. Se opone al pago de impuestos al césar y afirma que él es el Cristo, un rey.
Cuando se lo llevaban, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que volvía del campo. Y le cargaron la cruz, para que la llevara detrás de Jesús.
Pero ellos insistían: ―Con sus enseñanzas alborota al pueblo por toda Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.
―¡No, no suelte a ese; suelte a Barrabás! —volvieron a gritar con todas sus fuerzas. Y Barrabás era un rebelde.
Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran, y los soldados se lo llevaron.