La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Lucas 23:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Por tercera vez les habló: ―Pero ¿qué crimen ha cometido este hombre? No encuentro que él sea culpable de nada que merezca la pena de muerte, así que le daré una paliza y después lo soltaré.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho este? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Por tercera vez insistió Pilato: «¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? No encuentro ninguna razón para condenarlo a muerte. Lo haré azotar y luego lo soltaré».

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Por tercera vez les dijo: 'Pero ¿qué mal ha hecho este hombre? Yo no he encontrado nada que merezca la muerte; por eso, después de azotarlo, lo dejaré en libertad.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Él entonces, les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal hizo éste? Ningún delito de muerte hallé en él. Después de azotarlo pues, lo soltaré.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Insistió Pilato por tercera vez.'¿Pues qué mal ha hecho éste? Yo no he encontrado en él ningún delito de muerte; así que le daré un escarmiento y lo pondré en libertad'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y él les dijo la tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho Éste? No he hallado culpa de muerte en Él; le castigaré, pues, y le soltaré.

Ver Capítulo
Otras versiones



Lucas 23:22
8 Referencias Cruzadas  

y les dijo: ―Ustedes me trajeron a este hombre acusado de fomentar la rebelión entre el pueblo. Pero resulta que lo he interrogado delante de ustedes sin encontrar que sea culpable de lo que ustedes lo acusan.


Así que le daré una paliza y después lo soltaré.


Pilato quería soltar a Jesús, y por eso volvió a hablar con el pueblo.


Pero ellos se pusieron a gritar: ―¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!


Pero a voz en cuello ellos siguieron insistiendo en que lo crucificara, y con sus gritos se impusieron.


Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la gente: ―No encuentro que este hombre sea culpable de nada.


Se pagó con la preciosa sangre de Cristo, que se sacrificó en la cruz como si fuera un cordero sin defecto alguno.


Porque Cristo murió para perdonar nuestros pecados una sola vez, y es suficiente. Él, que era justo, murió por nosotros, que éramos injustos. Así nos acercó a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.