―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan aceptó.
Lucas 22:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces Jesús les dijo a Pedro y a Juan: ―Vayan a hacer los preparativos para que comamos la Pascua. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús mandó que Pedro y Juan se adelantaran y les dijo: —Vayan y preparen la cena de Pascua, para que podamos comerla juntos. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan diciéndoles: 'Vayan a preparar lo necesario para que celebremos la Cena de Pascua. La Biblia Textual 3a Edicion y envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Envió a Pedro y a Juan, diciendo: 'Id a prepararnos la cena de la Pascya'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id y preparadnos la pascua para que comamos. |
―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan aceptó.
Ambos tenían una conducta recta delante de Dios. Obedecían todas las instrucciones y mandamientos del Señor.
Un día subían Pedro y Juan al Templo a las tres de la tarde, que es la hora de la oración.
El hombre no soltaba a Pedro y a Juan, que estaban en la entrada de Salomón. Entonces, toda la gente, que no salía de su asombro, corrió hacia ellos.
Pedro y Juan eran personas sin estudios ni preparación. Por eso, al ver la valentía con que ellos hablaban, los gobernantes se quedaron asombrados. Reconocieron que habían estado con Jesús.
Pero Pedro y Juan respondieron: ―¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en vez de obedecerlo a él? ¡Júzguenlo ustedes mismos!
Los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que los samaritanos habían aceptado el mensaje de Dios. Entonces les enviaron a Pedro y a Juan.
En efecto, Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados líderes importantes, reconocieron que Dios, aunque yo no lo merecía, me escogió. Entonces nos dieron la mano a Bernabé y a mí aceptándonos como compañeros. Y acordamos que nosotros iríamos a los no judíos y ellos a los judíos.