―¿Acaso seré yo, Maestro? —le dijo Judas, el que lo iba a traicionar. ―Tú lo has dicho —le contestó Jesús.
Lucas 22:70 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —le preguntaron todos. Y él les dijo: ―Ustedes mismos lo dicen. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos gritaron: —¿Entonces afirmas que eres el Hijo de Dios? Y él contestó: —Ustedes dicen que lo soy. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos dijeron: 'Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?' Jesús contestó: 'Dicen bien, yo lo soy. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces todos dijeron: ¿Así que tú eres el Hijo de Dios? Él les dijo: Vosotros decís° que Yo soy.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos dijeron: 'Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?'. Él les respondió; 'Vosotros lo estáis diciendo. Lo soy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces todos dijeron: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y Él les dijo: Vosotros decís que lo soy. |
―¿Acaso seré yo, Maestro? —le dijo Judas, el que lo iba a traicionar. ―Tú lo has dicho —le contestó Jesús.
―Tú lo has dicho —respondió Jesús—. Pero yo les digo a todos: De ahora en adelante ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.
Mientras tanto, Jesús fue llevado ante el gobernador, y este le preguntó: ―¿Eres tú el rey de los judíos? ―Tú mismo lo dices —respondió Jesús.
Él confía en Dios; pues, que lo libre Dios ahora, si de veras lo quiere. ¿Acaso no dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”?
Cuando el capitán romano y los que con él estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido, quedaron aterrados y dijeron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!
Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy contento con él».
El tentador se le acercó y le propuso: ―Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.
―Sí, yo soy —dijo Jesús—. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.
―¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó Pilato. ―Tú mismo lo dices —respondió.
―¿Para qué necesitamos más testimonios? —resolvieron—. Acabamos de oírlo de sus propios labios.
Así que Pilato le preguntó a Jesús: ―¿Eres tú el rey de los judíos? ―Tú mismo lo dices —respondió.
Además, muchos demonios salían de las personas, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.
―Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.
Entonces, ¿por qué me acusan de ofender a mi Padre, quien me apartó para enviarme al mundo? ¿Tan solo porque dije: “Yo soy el Hijo de Dios”?
―¡Así que eres rey! —le dijo Pilato. Jesús le contestó: ―Yo soy rey, tal como tú lo has dicho. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.
―Nosotros tenemos una Ley. Según esa Ley, debe morir, porque se ha hecho pasar por Hijo de Dios —insistieron los judíos.