Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Lucas 22:37 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pues les digo que tiene que cumplirse en mí aquello que dicen las Escrituras: “Y fue contado entre los malvados”. En efecto, lo que se ha escrito de mí se está cumpliendo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues ha llegado el tiempo en que se cumpla la siguiente profecía acerca de mí: “Fue contado entre los rebeldes”. Así es, todo lo que los profetas escribieron acerca de mí se cumplirá. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues les aseguro que tiene que cumplirse en mi persona lo que dice la Escritura: Ha sido contado entre los delincuentes. Ahora bien, todo lo que se refiere a mí está llegando a su fin. La Biblia Textual 3a Edicion Porque os digo que esto que ha sido escrito debe cumplirse en mí: Y fue contado con los inicuos.° Porque ciertamente todo lo concerniente a mí tiene cumplimiento.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque yo os digo que ha de cumplirse en mí esto que está escrito, a saber: Entre los delincuentes fue contado. Pues todo lo que a mí se refiere, ya está tocando a su fin'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que concierne a mí, cumplimiento tiene. |
Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Entonces Jesús tomó aparte a los doce y les dijo: «Ahora vamos subiendo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.
A la verdad, el Hijo del hombre se irá según está decidido, pero ¡ay de aquel que lo traiciona!
Entonces les dijo: ―Ahora, en cambio, el que tenga un monedero, que lo lleve; así mismo, el que tenga una bolsa. Y el que no tenga espada, que venda su manto y compre una.
Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del Templo y a los líderes judíos, que habían venido a arrestarlo: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos?
También llevaban con él a otros dos, ambos criminales, para ser ejecutados.
Entonces les explicó todo lo que se decía de él en las Escrituras. Comenzó por el libro de Moisés y continuó en el libro de los Profetas.
Dios llamó “dioses” a aquellos para quienes vino la palabra. ¡Y la Escritura no se puede poner en duda!
Yo te he dado la gloria en la tierra y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.
Cristo no cometió pecado alguno, pero, por amor a nosotros, Dios lo trató como pecador, para declararnos justos por medio de Cristo.
Cristo nos rescató de la maldición de la Ley. Él aceptó que esa maldición cayera sobre él. Pues las Escrituras dicen: «Maldito todo el que es colgado de un madero».