Estaba allí una mujer que por causa de un espíritu maligno llevaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse.
Lucas 21:28 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo. Levanten la cabeza, porque se acerca su liberación». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, cuando todas estas cosas comiencen a suceder, pónganse de pie y levanten la mirada, ¡porque la salvación está cerca! Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando se presenten los primeros signos, enderécense y levanten la cabeza, porque está cerca su liberación. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando comience a suceder todo esto, tened ánimo y levantad la cabeza, porque vuestra liberación se acerca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca. |
Estaba allí una mujer que por causa de un espíritu maligno llevaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse.
¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
Jesús también les puso esta comparación: ―Fíjense en la higuera y en los demás árboles.
Y no solo ella, nosotros también sufrimos y nos quejamos. Esperamos nuestra total liberación de nuestro cuerpo, y que así nuestra adopción como hijos sea completa. Pero, mientras tanto, sufrimos. Y sufrimos aunque tenemos al Espíritu, que nos fue dado como adelanto de todo lo que vamos a recibir.
El Espíritu Santo garantiza que recibiremos lo que Dios prometió cuando llegue nuestra liberación final. La liberación del pueblo adquirido por Dios. Y así todos alabarán su glorioso poder.
No hagan que el Espíritu Santo de Dios se ponga triste por su mala conducta. Pues el Espíritu es como un sello que ustedes llevan en su cuerpo. Con ese sello serán reconocidos como propiedad de Dios cuando llegue el día de su salvación final.