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Lucas 20:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero, cuando lo vieron los labradores, se dijeron el uno al otro: “Este es el heredero. Matémoslo, para que la herencia sea nuestra”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas los labradores, al verle, discutían entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle, para que la heredad sea nuestra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Sin embargo, cuando los agricultores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: “Aquí viene el heredero de esta propiedad. ¡Matémoslo y nos quedaremos con la propiedad!”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero los trabajadores, apenas lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Este es el heredero, matémoslo y nos quedaremos con la propiedad'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero al verlo, los labradores razonaron entre sí, diciendo: Éste es el heredero, matémoslo para que la herencia sea nuestra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando los viñadores lo vieron, deliberaron entre sí, diciéndose unos a otros: 'Éste es el heredero; vamos a matarlo, para hacernos con la heredad'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero cuando los labradores lo vieron, razonaron entre sí, diciendo: Éste es el heredero; venid, matémosle, para que la heredad sea nuestra.

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Otras versiones



Lucas 20:14
20 Referencias Cruzadas  

Ellos comentaban entre sí: «Lo dice porque no trajimos pan».


El bautismo de Juan, ¿era divino o humano? Ellos se pusieron a discutir entre sí: «Si respondemos: “divino”, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”.


Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, mandó sus siervos a los labradores para recibir de estos lo que le correspondía.


Jesús enseñaba en el Templo todos los días. Los jefes de los sacerdotes, los maestros de la Ley y los dirigentes del pueblo procuraban matarlo.


»Entonces pensó el dueño del viñedo: “¿Qué voy a hacer? Enviaré a mi hijo amado; seguro que a él sí lo respetarán”.


Así que lo arrojaron fuera del viñedo y lo mataron. »¿Qué les hará el dueño?


Los maestros de la Ley y los jefes de los sacerdotes se dieron cuenta de que la parábola iba dirigida contra ellos. Así que buscaron la manera de arrestarlo en aquel mismo momento, pero temían al pueblo.


Ellos, pues, lo discutieron entre sí: «Si respondemos: “divino”, nos dirá: “¿Por qué no le creyeron?”.


Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley buscaban algún modo de acabar con Jesús, porque temían al pueblo.


Jesús fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios. Y, por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz.


Mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de entre los muertos, y de eso nosotros somos testigos.


Y, si somos hijos, somos herederos de Dios. Herederos junto con Cristo, pues, si ahora sufrimos como él sufrió, también compartiremos su gloria.


Pero en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A este lo hizo heredero de todo, y por medio de él creó el universo.