Y de inmediato dijo a la turba: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo, y no me arrestaron.
Lucas 20:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Un día, Jesús enseñaba al pueblo en el Templo. Mientras les predicaba la buena noticia, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, junto con los líderes judíos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Sucedió un día, que enseñando Jesús al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos, Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, mientras Jesús enseñaba a la gente y predicaba la Buena Noticia en el templo, los principales sacerdotes, los maestros de la ley religiosa y los ancianos se le acercaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de esos días en que Jesús enseñaba en el Templo anunciando la Buena Nueva al pueblo, se acercaron los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley con algunos jefes de los judíos, y le dijeron: La Biblia Textual 3a Edicion Aconteció en uno de aquellos días, mientras enseñaba y evangelizaba al pueblo en el templo, se le enfrentaron° los principales sacerdotes y los escribas y los ancianos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de aquellos días, mientras él estaba enseñando al pueblo en el templo y anunciando el evangelio, se presentaron los pontífices y los escribas, junto con los ancianos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció un día, que enseñando Él al pueblo en el templo, y predicando el evangelio, vinieron los príncipes de los sacerdotes y los escribas, con los ancianos, |
Y de inmediato dijo a la turba: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo, y no me arrestaron.
―Dinos con qué autoridad haces esto —lo interrogaron—. ¿Quién te dio esa autoridad?
Después de esto, Jesús estuvo recorriendo los pueblos y las aldeas. Anunciaba la buena noticia del reino de Dios, acompañado de los doce apóstoles.
―Yo he hablado abiertamente al mundo —respondió Jesús—. Siempre he enseñado en las sinagogas o en el Templo, donde se congregan todos los judíos. En secreto no he dicho nada.
Mientras Pedro y Juan le hablaban a la gente, se les presentaron los sacerdotes, el capitán de la guardia del Templo y los saduceos.
Alborotaron al pueblo, a los líderes y a los maestros de la Ley. Apresaron a Esteban y lo llevaron ante el tribunal.