La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Lucas 2:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados,

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y° un ángel del Señor se presentó ante ellos, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió en claridad. Ellos sintieron un gran temor.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y he aquí, el ángel del Señor vino sobre ellos, y la gloria del Señor los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor.

Ver Capítulo
Otras versiones



Lucas 2:9
27 Referencias Cruzadas  

Pero, cuando él estaba pensando hacer esto, un ángel del Señor se le apareció en sueños. El ángel le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha quedado embarazada por obra del Espíritu Santo.


El ángel se acercó a ella y le dijo: ―¡Te saludo, tú que has recibido la bendición de Dios! El Señor está contigo.


En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo. Se turnaban para cuidar su rebaño.


Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes.


Esto lo dijo Isaías porque vio la gloria de Jesús y habló de él.


De repente apareció un ángel del Señor y una luz resplandeció en la celda. Despertó a Pedro con unas palmadas en el costado y le dijo: «¡Date prisa, levántate!». Las cadenas cayeron de las manos de Pedro.


Anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y sirvo,


Pero en la noche un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó.


Así que a todos nosotros nos han quitado la barrera y hemos entendido. Por eso nuestro rostro es como un espejo que refleja la gloria del Señor. Pues el Señor y el Espíritu son uno mismo, y nos van cambiando cada vez más. De ese modo, cada vez nos parecemos más y más al Señor y reflejamos más de su gloria.


Pues Dios, que ordenó: «¡Que la luz brille en la oscuridad!», hizo brillar su luz en nuestra mente para que viéramos con claridad la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.


No hay duda de que son grandes las verdades de nuestra fe: Cristo se presentó como hombre; fue declarado justo por el Espíritu, visto por los ángeles, y anunciado entre las naciones. El mundo ha creído en él, y Dios lo recibió con gloria.


Tan terrible era este espectáculo que Moisés dijo: «Estoy temblando de miedo».


Después de esto vi a otro ángel que bajaba del cielo. Tenía mucho poder, y la tierra se iluminó con su resplandor.


Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. En su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno.