Pues así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra.
Lucas 2:46 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Al cabo de tres días lo encontraron en el Templo. Estaba sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Biblia Nueva Traducción Viviente Tres días después, por fin lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros religiosos, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Biblia Católica (Latinoamericana) Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. La Biblia Textual 3a Edicion Y aconteció que después de tres días, lo hallaron en el templo, sentado° en medio de los maestros, no sólo oyéndolos, sino también haciéndoles preguntas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y resultó que a los tres días lo encontraron en el templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles. |
Pues así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra.
Desde entonces comenzó Jesús a decirles a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén. Decía que allí sufriría muchas cosas a manos de los líderes judíos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la Ley. Y decía que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara.
Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas.
Un día, mientras enseñaba, estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la Ley. Habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea y también de Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar a los enfermos.
Pero estaba allí un fariseo llamado Gamaliel, que era un maestro de la Ley muy respetado por todo el pueblo. Él se puso de pie en el tribunal y mandó que hicieran salir por un momento a los apóstoles.
Pretenden ser maestros de la Ley, pero en realidad no saben de qué hablan. Ni ellos mismos entienden lo que con tanta seguridad afirman.