Lucas 2:26 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) y le había revelado que no moriría sin antes ver al Cristo que el Señor enviaría. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente y le había revelado que no moriría sin antes ver al Mesías del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Y le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viera al Ungido del Señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Espíritu Santo le había revelado que no moriría sin ver al ungido del Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor. |
Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte. Dios se lo llevó y, por eso, no pudo ser encontrado. Pero antes de ser llevado agradó a Dios. Así lo afirman las Escrituras.
Además, les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios.
Me refiero a Jesús de Nazaret. Dios lo llenó de poder y del Espíritu Santo. Él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
»Por tanto, sépalo bien todo Israel que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo».
Les explicaba y demostraba que era necesario que el Cristo muriera y resucitara. Les decía: «Este Jesús que les anuncio es el Cristo».
En seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.
Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Así, al creer en su nombre tienen vida.
―Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo?
Andrés encontró primero a su hermano Simón y le dijo: ―Hemos encontrado al Mesías (es decir, el Cristo).
Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.