Luego miré, y oí la voz de millones y millones de ángeles. Los ángeles estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los líderes.
Lucas 2:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) De repente aparecieron muchos ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: Biblia Nueva Traducción Viviente De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud —los ejércitos celestiales— que alababan a Dios y decían: Biblia Católica (Latinoamericana) De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: La Biblia Textual 3a Edicion Y repentinamente, junto con aquel ángel, apareció° una multitud del ejército celestial alabando a Dios, y diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y, de repente, apareció con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y repentinamente fue con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan a Dios, y decían: |
Luego miré, y oí la voz de millones y millones de ángeles. Los ángeles estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los líderes.
Pues todos los ángeles son solo espíritus que sirven a Dios. Él los envía para ayudar a los que han de ser salvos.
Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Y todo esto es para que la sabiduría de Dios, en todas sus formas, se dé a conocer ahora. La dará a conocer por medio de la iglesia a los ángeles y espíritus que gobiernan en el reino espiritual con poder y autoridad.
A esos profetas se les hizo saber que anunciaban algo que no era para ellos, sino para ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron la buena noticia. Hablaban por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Estas son cosas que aun los mismos ángeles quisieran poder ver.
Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».
No hay duda de que son grandes las verdades de nuestra fe: Cristo se presentó como hombre; fue declarado justo por el Espíritu, visto por los ángeles, y anunciado entre las naciones. El mundo ha creído en él, y Dios lo recibió con gloria.