Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: ―Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Lucas 2:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Biblia Nueva Traducción Viviente pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el ángel les dijo: 'No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo:' La Biblia Textual 3a Edicion Pero el ángel les dijo: ¡No temáis! pues he aquí os doy buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el ángel les dijo: 'No tengáis miedo. Porque mirad: os traigo una buena noticia que será de grande alegría para todo el pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: |
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: ―Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
―No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su bendición —le dijo el ángel—.
Esto lo hizo para que ustedes sigan confiando firmes en Cristo, sin dudar ni un momento. Para que no dejen de creer en la seguridad que les da el mensaje de la buena noticia. Este es el mensaje que ustedes oyeron y que ha sido anunciado en toda la creación debajo del cielo. Y yo, Pablo, he llegado a ser predicador de ese mensaje.
»Nosotros les anunciamos a ustedes la buena noticia respecto a la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados.
En su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Después de esto, Jesús estuvo recorriendo los pueblos y las aldeas. Anunciaba la buena noticia del reino de Dios, acompañado de los doce apóstoles.
Yo soy el más insignificante de todos los creyentes. Sin embargo, recibí este privilegio inmerecido de predicar a las naciones acerca de las incontables bendiciones que Cristo nos puede dar.
―Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —le contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias.
El ángel le dijo: ―No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.
«Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean la buena noticia!».
¿Y quién les predicará sin ser enviado? Así dicen las Escrituras: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas noticias!».
Les dijo: ―Vayan por todo el mundo y anuncien la buena noticia a toda criatura.
El ángel dijo a las mujeres: ―No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado.
Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.