“Señor —protestaron—, ¡él ya tiene diez veces más!”.
Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
»“Pero amo —le dijeron—, él ya tiene cinco kilos”.
Pero, señor, le contestaron, ya tiene diez monedas.
Y le dijeron: ¡Señor, ya tiene diez minas!
Ellos le dijeron: 'Señor, que ya tiene diez minas'.
Y ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
Así que lo mandó a llamar y le dijo: “¿Qué es esto que me dicen de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque ya no puedes seguir en tu puesto”.
Luego dijo a los presentes: “Quítenle el dinero y dénselo al que recibió diez veces más”.
El rey contestó: “Les aseguro que a todo el que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.