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Lucas 18:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Jesús les habló a unos que, confiando en sí mismos, se creían justos y despreciaban a los demás. A ellos les contó esta parábola:

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego Jesús contó la siguiente historia a algunos que tenían mucha confianza en su propia rectitud y despreciaban a los demás:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

A unos que confiaban° en sí mismos como justos y menospreciaban° a los demás, les propuso esta parábola:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

A algunos que presumían de ser justos y menospreciaban a los demás les dijo esta parábola:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y también dijo esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros:

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Otras versiones



Lucas 18:9
22 Referencias Cruzadas  

Pero él quería justificar sus acciones, así que le preguntó a Jesús: ―¿Y quién es mi prójimo?


Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».


Él les dijo: «Ustedes se hacen los buenos ante la gente, pero Dios conoce sus corazones. Dense cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.


El fariseo, puesto en pie y a solas, oraba: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres. No soy como los ladrones, los malhechores y los adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos.


Al ver esto, todos empezaron a murmurar: «Ha ido a hospedarse con un pecador».


Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la que lo está tocando. Sabría qué clase de mujer es: una pecadora».


―¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano y que estás endemoniado? —respondieron los judíos.


Entonces lo insultaron y le dijeron: ―¡Discípulo de ese lo serás tú! ¡Nosotros somos discípulos de Moisés!


Ellos respondieron: ―Tú, que naciste lleno de pecado, ¿vas a darnos lecciones? Y lo expulsaron.


Pero el Señor me respondió: “Vete; yo te enviaré lejos, a los no judíos”».


No aceptan que solo Dios nos puede declarar justos. Por eso se esfuerzan en ser declarados justos por sus buenas acciones. No aceptan la salvación que Dios les ofrece.


Tú, entonces, ¿por qué criticas a tu hermano en la fe? O tú, ¿por qué lo menosprecias? ¡Todos tendremos que presentarnos ante Dios en su tribunal!


El que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas. Y el que no come de todo no debe criticar al que lo hace, pues Dios lo ha aceptado.


En otro tiempo, cuando yo no conocía la Ley, me sentía con vida. Pero, cuando conocí los mandamientos, el pecado cobró vida y supe entonces que merecía morir.