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Lucas 18:31 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Entonces Jesús tomó aparte a los doce y les dijo: «Ahora vamos subiendo a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús llevó a los doce discípulos aparte y dijo: «Escuchen, subimos a Jerusalén, donde todas las predicciones de los profetas acerca del Hijo del Hombre se harán realidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús tomó aparte a los Doce y les dijo: 'Estamos subiendo a Jerusalén y allí se va a cumplir todo lo que escribieron los profetas sobre el Hijo del Hombre:'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y tomando consigo a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalem, y serán cumplidas todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tomando luego consigo a los Doce, les dijo: 'Mirad que subimos a Jerusalén y se van a cumplir en el Hijo del hombre todas las cosas que fueron escritas por los profetas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y tomando a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.

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Otras versiones



Lucas 18:31
17 Referencias Cruzadas  

Desde entonces comenzó Jesús a decirles a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén. Decía que allí sufriría muchas cosas a manos de los líderes judíos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la Ley. Y decía que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara.


―Señor —le dijeron—, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “A los tres días resucitaré”.


Los que comieron eran unos cuatro mil. Tan pronto como los despidió,


Jesús respondió: ―Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.


Y les dijo: ―El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los líderes judíos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley. Es necesario que lo maten y que resucite al tercer día.


Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús tomó la firme decisión de ir a Jerusalén.