“El polvo de este pueblo que se nos ha pegado a los pies, lo sacudimos en protesta contra ustedes. Tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios”.
Lucas 17:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo iba a venir el reino de Dios, y él les respondió: ―La venida del reino de Dios no es algo que se pueda ver. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, Biblia Nueva Traducción Viviente Un día, los fariseos le preguntaron a Jesús: —¿Cuándo vendrá el reino de Dios? Jesús contestó: —No pueden descubrir el reino de Dios por medio de señales visibles. Biblia Católica (Latinoamericana) Los fariseos preguntaron a Jesús: '¿Cuándo llegará el Reino de Dios?' Les contestó: 'La venida del Reino de Dios no es cosa que se pueda verificar. La Biblia Textual 3a Edicion Interrogado° por los fariseos: ¿Cuándo viene el reino de Dios?, les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con advertencia, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Preguntado por los fariseos cuándo había de llegar el reino de Dios, él les contestó: 'El reino de Dios no ha de venir aparatosamente; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y preguntándole los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, respondió y les dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia; |
“El polvo de este pueblo que se nos ha pegado a los pies, lo sacudimos en protesta contra ustedes. Tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios”.
Un día Jesús fue a comer a casa de un líder de los fariseos. Era sábado, así que estos estaban vigilando a Jesús.
»Las enseñanzas de la Ley y de los Profetas se proclamaron hasta Juan. Desde entonces se anuncia la buena noticia del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Jesús estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios comenzaría en cualquier momento. Y, como todos lo escuchaban, Jesús les contó una parábola.
―Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.