Dondequiera que vayan, prediquen este mensaje: “El reino de los cielos está cerca”.
Lucas 16:16 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »Las enseñanzas de la Ley y de los Profetas se proclamaron hasta Juan. Desde entonces se anuncia la buena noticia del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Biblia Nueva Traducción Viviente »Hasta el tiempo de Juan el Bautista, la ley de Moisés y el mensaje de los profetas fueron sus guías; pero ahora se predica la Buena Noticia del reino de Dios, y todos están ansiosos por entrar. Biblia Católica (Latinoamericana) La época de la Ley y de los Profetas se cerró con Juan. Desde entonces se está proclamando el Reino de Dios, y cada cual se esfuerza por conquistarlo. La Biblia Textual 3a Edicion La ley y los profetas llegaron hasta Juan. Desde entonces el reino de Dios es proclamado, y cada uno° entra en él con violencia.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 La ley y los profetas llegan hasta Juan. A partir de ahí se anuncia el evangelio del reino de Dios, y cada uno entra en él a viva fuerza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La ley y los profetas fueron hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es predicado, y todos se esfuerzan por entrar en él. |
Dondequiera que vayan, prediquen este mensaje: “El reino de los cielos está cerca”.
Lo que contamina a una persona no es lo que entra en la boca, sino lo que sale de ella.
Porque Juan vino a señalarles a ustedes la forma correcta de vivir, y no le creyeron. Pero los cobradores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. Incluso después de ver esto, ustedes no se arrepintieron para creerle.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».
Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y sanando toda enfermedad y dolor entre la gente.
Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar la buena noticia de Dios.
Pero él salió y comenzó a hablar con mucha gente, contando lo sucedido. Como resultado, Jesús ya no podía entrar en ningún pueblo abiertamente. Tenía que quedarse en las afueras, en lugares solitarios. Aun así, gente de todas partes seguía buscándolo.
“El polvo de este pueblo que se nos ha pegado a los pies, lo sacudimos en protesta contra ustedes. Tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios”.
Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.
Pero Abraham le contestó: “Ya tienen a Moisés y a los Profetas; ¡que les hagan caso a ellos!”.
Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos”».
Felipe buscó a Natanael y le dijo: ―Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la Ley, y de quien también se escribió en los Profetas.
Si lo dejamos seguir así, todos van a creer en él. Entonces vendrán los romanos y acabarán con nuestro lugar sagrado y hasta con nuestra nación.
Por eso los fariseos comentaban entre sí: «Como pueden ver, no hemos logrado nada. ¡Miren cómo lo sigue todo el mundo!».
Pero de este modo Dios cumplió lo que de antemano había anunciado por medio de todos los profetas: que su Cristo tenía que sufrir.