»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.
Lucas 16:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas de este mundo, ¿quién les confiará la verdadera riqueza? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, si no son confiables con las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas del cielo?; Biblia Católica (Latinoamericana) Por lo tanto, si ustedes no han sido dignos de confianza en manejar el sucio dinero, ¿quién les va a confiar los bienes verdaderos? La Biblia Textual 3a Edicion Así que, si en el injusto Mamón no fuisteis fieles, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si, pues, no habéis sido fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará el verdadero bien? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará las verdaderas riquezas? |
»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.
Vendan sus bienes y den a los pobres. Consigan bolsas que no se rompan y un tesoro en el cielo que no se agote. Allí no hay ladrón que llegue ni polilla que destruya.
Y, si con lo ajeno no han sido honrados, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece?
Por eso les digo que usen las riquezas de este mundo para ganar amigos, para que, cuando estas se acaben, haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas.
Al oír esto, Jesús añadió: ―Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.
Yo soy el más insignificante de todos los creyentes. Sin embargo, recibí este privilegio inmerecido de predicar a las naciones acerca de las incontables bendiciones que Cristo nos puede dar.
Escuchen, mis queridos hermanos en la fe: Recuerden que Dios ha elegido a los pobres de este mundo, para hacerlos ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.
Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego. Así serás rico de verdad. De mí compra ropas blancas para que te vistas como los santos y cubras la vergüenza de tu pecado. También compra colirio para que te lo pongas en los ojos y comiences a ver como yo veo.