»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y preocupados, y yo les daré descanso.
Lucas 14:21 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El siervo regresó y le informó de esto a su señor. Entonces el dueño de la casa se enojó y le mandó a su siervo: “Sal de prisa por las plazas y los callejones del pueblo, y trae acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Biblia Nueva Traducción Viviente »El sirviente regresó y le informó a su amo lo que le habían dicho. Su amo se puso furioso y le dijo: “Ve rápido a las calles y callejones de la ciudad e invita a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos”. Biblia Católica (Latinoamericana) Al regresar, el sirviente se lo contó a su patrón, que se enojó. Pero dijo al sirviente: 'Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad y trae para acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos. La Biblia Textual 3a Edicion Y presentándose el siervo, informó estas cosas a su señor. Entonces enojado, el amo de casa dijo a su siervo: ¡Sal pronto por las plazas y calles de la ciudad y mete acá a los pobres, y a los mancos, y a los ciegos, y a los cojos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Volvió el criado y le refirió a su señor estas cosas. Entonces el amo de casa se enfureció y dijo a su criado: 'Sal inmediatamente por las plazas y las calles de la ciudad, y a los pobres y tullidos y ciegos y cojos tráelos aquí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y mete acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. |
»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y preocupados, y yo les daré descanso.
Los ciegos ven, los cojos andan y los que tienen lepra son sanados. Los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia.
Entonces se le acercaron los discípulos y le dijeron: ―¿Sabes que los fariseos se ofendieron al oír eso?
Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido.
“Porque nadie nos ha contratado”, contestaron. Él les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo”.
Más bien, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.
“Señor —le dijo luego el siervo—, ya hice lo que usted me mandó, pero todavía hay lugar”.
En su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Cuando regresaron los apóstoles, le relataron a Jesús lo que habían hecho. Él se los llevó consigo y se retiraron solos a un pueblo llamado Betsaida.
Entonces Jesús dijo: ―Yo vine a este mundo para hacer justicia: para que los ciegos vean, y los que ven se queden ciegos.
Obedezcan a sus dirigentes, respeten sus órdenes. Pues ellos cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas. Obedézcanlos para que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse. Si ellos tienen que realizar su tarea quejándose, eso no es provechoso para ustedes.
Si eso fue así, entonces ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la recibieron nos confirmaron que era verdad.
Escuchen, mis queridos hermanos en la fe: Recuerden que Dios ha elegido a los pobres de este mundo, para hacerlos ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.
De su boca salía una espada afilada, con la que herirá a las naciones. «Las gobernará con mucha dureza». Él mismo exprime uvas para sacar el vino que representa el terrible enojo del Dios Todopoderoso.
El Espíritu y la esposa del Cordero dicen: «¡Ven!». El que escuche diga: «¡Ven!». El que tenga sed, venga. Y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.