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Lucas 13:35 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les aviso que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y ahora, mira, tu casa está abandonada. Y no volverás a verme hasta que digas: “Bendiciones al que viene en el nombre del Señor”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por eso se van a quedar con su Templo vacío y no me volverán a ver hasta que llegue el tiempo en que ustedes digan: '¡Bendito sea el que viene en Nombre del Señor!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

He aquí vuestra casa os es dejada desierta, y os digo que no me veréis hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mirad que vuestra casa se os quedará desierta. Pero yo os digo: ya no me volveréis a ver hasta que llegue el momento en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y de cierto os digo que no me veréis, hasta que venga el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

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Otras versiones



Lucas 13:35
31 Referencias Cruzadas  

Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: ―¡Hosanna al Hijo de David! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Hosanna en las alturas!


»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!


Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella.


Caerán a filo de espada y los llevarán presos a todas las naciones. Los que no son judíos pisotearán Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos.


Entonces tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo, gritando a voz en cuello: ―¡Hosanna! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Bendito el Rey de Israel!