Pero, si echo fuera a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.
Lucas 11:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero, si echo fuera a los demonios con el poder de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el reino de Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes. Biblia Católica (Latinoamericana) En cambio, si echo los demonios con el dedo de Dios, comprendan que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, si con el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces ha llegado° a vosotros el reino de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero si yo expulso los demonios por el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. |
Pero, si echo fuera a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.
Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.
“El polvo de este pueblo que se nos ha pegado a los pies, lo sacudimos en protesta contra ustedes. Tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios”.
Todo esto prueba que la decisión de Dios es justa. Él decidió considerarlos a ustedes como merecedores de su reino. Y, por ser fieles a ese reino, ustedes están sufriendo.
»Escuchen, yo sé que ninguno de ustedes volverá a verme. Pero a todos les he anunciado el mensaje del reino de Dios.
Su fama se extendió por toda Siria. Por eso, le llevaban a todos los que sufrían diversas enfermedades y los que sufrían de dolores graves. También le llevaban a los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y Jesús los sanaba.
»Cuando un hombre fuerte y bien armado cuida su hacienda, sus bienes están seguros.