pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra. Por eso, las semillas no llegan a dar fruto.
Lucas 10:41 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―Marta, Marta —le contestó el Señor—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el Señor le respondió: 'Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas:' La Biblia Textual 3a Edicion Pero el Señor, respondiendo, le dijo: Marta, Marta, afanada y molesta estás por muchas cosas; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el Señor le contestó: 'Marta, Marta, te afanas y te agitas por muchas cosas; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, estás afanada y turbada con muchas cosas: |
pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra. Por eso, las semillas no llegan a dar fruto.
Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea. Allí, una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Marta, por su parte, se sentía angustiada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: ―Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!
Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Por eso les digo: No se preocupen por su vida, pensando en qué comerán; ni por su cuerpo, pensando con qué se vestirán.
»Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la borrachera y las preocupaciones de esta vida. Si no tienen cuidado, aquel día caerá de repente sobre ustedes.
La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida. Así que no maduran.
Había un hombre enfermo llamado Lázaro. Este era de Betania, el pueblo de María y Marta, sus hermanas.
Allí se dio una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él.
No se preocupen por nada. Más bien, oren y pidan a Dios por todo. Presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.