La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Lucas 10:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Sin embargo, no se alegren de que puedan hacer que los espíritus obedezcan. Más bien, alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sin embargo, alégrense no porque los demonios se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero no os regocijéis por esto, de que los espíritus se os someten, sino regocijaos de que vuestros nombres están inscritos en los cielos.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sin embargo, no os alegréis de eso: de que los espíritus se os sometan; alegraos más bien de que vuestros nombres están ya inscritos en el cielo'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas no os regocijéis en esto de que los espíritus se os sujetan; antes regocijaos de que vuestros nombres están escritos en el cielo.

Ver Capítulo
Otras versiones



Lucas 10:20
19 Referencias Cruzadas  

Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para echar fuera a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y todo dolor.


A la verdad, el Hijo del hombre se irá, tal como dicen las Escrituras de él, pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.


Entonces Judas arrojó el dinero en el santuario y salió de allí. Luego fue y se ahorcó.


Y a ti, mi fiel compañero, te pido que ayudes a estas mujeres que han luchado a mi lado en el anuncio de la buena noticia. Han luchado junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.


Se han acercado a la multitud de los que Dios ha tratado como a sus primeros hijos. Es decir, a los que él ha dado el derecho de vivir en el cielo. Se han acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos a quienes Dios ha hecho perfectos.


A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra. Es decir, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida. Ese libro pertenece al Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.


La bestia que has visto es la que antes era, pero ya no es. Está a punto de salir del abismo, pero va rumbo a la destrucción. Los que se asombraron son aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la creación del mundo.


Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros. Luego se abrió otro libro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.


Todo aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era echado al lago de fuego.


Nunca entrará en ella algo malo, ni entrarán los idólatras ni los mentirosos. Tan solo entrarán aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.


El vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida. Reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.