Prometió que nos liberaría de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos odian.
Lucas 1:68 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) «Alabado sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a liberar a su pueblo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo, Biblia Nueva Traducción Viviente «Alaben al Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Bendito el Señor Dios de Israel, Porque visitó e hizo redención a su pueblo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 ' Bendito el Señor Dios de Israel, porque ha venido a ver a su pueblo y a traerle el rescate, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bendito el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, |
Prometió que nos liberaría de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos odian.
Te derribarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas. No dejarán ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte.
Llegando en ese mismo momento, Ana dio gracias a Dios. Y comenzó a hablar del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Pero nosotros teníamos la esperanza de que era él quien liberaría a Israel. Es más, ya hace tres días que sucedió todo esto.
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.
Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues nos ha dado en los cielos toda clase de bendiciones espirituales. Y eso ha sido posible gracias a Cristo.
Al derramar su sangre, Cristo nos hizo libres y perdonó nuestros pecados, porque su amor es muy grande. No merecíamos tanto amor,
Cristo entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No entró con sangre de chivos y toros, sino con su propia sangre. Así logró para nosotros una liberación eterna.
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nuevas personas y nos ha dado seguridad de que recibiremos sus promesas. Es como si nos hubiera hecho nacer de nuevo, y eso lo hizo por medio de la resurrección de Jesucristo.