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Juan 9:7 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

diciéndole: ―Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: “Enviado”). El ciego fue y se lavó, y al volver ya veía.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé» (Siloé significa «enviado»). Entonces el hombre fue, se lavó, ¡y regresó viendo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y le dijo: 'Vete y lávate en la piscina de Siloé (que quiere decir el Enviado). El ciego fue, se lavó y, cuando volvió, veía claramente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y le dijo: Ve, lávate en el estanque del Siloé (que se traduce Enviado). Así que fue, y se lavó, y regresó viendo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y le dijo: 'Ve a lavarte a la piscina de Siloé', que significa 'Enviado'. Fue, pues, y se lavó: y cuando volvió, ya podía ver.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y le dijo: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que interpretado significa, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.

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Otras versiones



Juan 9:7
21 Referencias Cruzadas  

Los ciegos ven, los cojos andan y los que tienen lepra son sanados. Los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia.


¿O piensan que aquellos dieciocho que fueron aplastados por la torre de Siloé eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?


luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».


Entonces, ¿por qué me acusan de ofender a mi Padre, quien me apartó para enviarme al mundo? ¿Tan solo porque dije: “Yo soy el Hijo de Dios”?


Pero algunos de ellos comentaban: ―Este, que le abrió los ojos al ciego, ¿no podría haber impedido que Lázaro muriera?


Y él respondió: ―Ese hombre que se llama Jesús hizo un poco de barro, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve y lávate en Siloé”. Así que fui, me lavé y entonces pude ver.


Entonces Jesús dijo: ―Yo vine a este mundo para hacer justicia: para que los ciegos vean, y los que ven se queden ciegos.


para que les hables. Así abrirán los ojos y verán lo malo que hacen. Será como si pasaran de la oscuridad a la luz y del poder de Satanás al poder de Dios. De ese modo, al creer en mí, recibirán el perdón de los pecados y serán parte del pueblo de Dios”.


La Ley no pudo liberarnos, porque nuestro pecado eliminó su poder. Por eso Dios envió a su propio Hijo en un cuerpo semejante al de nosotros los pecadores. Lo envió para que se ofreciera en sacrificio por el pecado, y de esa manera le quitó al pecado su poder.


Pero, cuando llegó la fecha indicada, Dios envió a su Hijo, quien nació de una mujer y bajo la autoridad de la Ley.