La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 9:31 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a quienes lo aman y hacen su voluntad.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sabemos que Dios no escucha a los pecadores pero está dispuesto a escuchar a los que lo adoran y hacen su voluntad.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Es sabido que Dios no escucha a los pecadores, pero al que honra a Dios y cumple su voluntad, Dios lo escucha.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Sabemos que Dios no oye a los pecadores, pero si alguien es temeroso de Dios y hace su voluntad, a éste oye.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; sino que al hombre temeroso de Dios y cumplidor de su voluntad, a ése es a quien escucha.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad, a este oye.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 9:31
41 Referencias Cruzadas  

Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas.


No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes. Y les encargué que vayan y den mucho fruto, un fruto que permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.


―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.


El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.


―¡Allí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos.


Jamás se ha sabido que alguien le haya abierto los ojos a uno que nació ciego.


Por eso dije: “Aquí me tienes, oh Dios: He venido a hacer tu voluntad, tal como dicen las Escrituras de mí”».