Algún tiempo después, Jesús andaba por Galilea. No tenía ningún interés en ir a Judea, porque allí los judíos buscaban la oportunidad para matarlo.
Juan 8:40 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Ustedes, en cambio, quieren matarme a mí, que les he dicho la verdad que he recibido de parte de Dios. ¡Abraham jamás haría tal cosa! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Biblia Nueva Traducción Viviente En cambio, procuran matarme porque les dije la verdad, la cual oí de Dios. Abraham nunca hizo algo así. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero viene alguien que les dice la verdad, la verdad que he aprendido de Dios, y ustedes quieren matarme. Esta no es la manera de actuar de Abrahán. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ahora procuráis matarme, a un hombre que os ha° hablado la verdad, la cual oyó° de parte de Dios. No hizo esto Abraham. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ahora pretendéis matarme: precisamente a mí que os he dicho la verdad, la verdad que he oído estando junto a Dios. Eso no lo hizo Abrahán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; Abraham no hizo esto. |
Algún tiempo después, Jesús andaba por Galilea. No tenía ningún interés en ir a Judea, porque allí los judíos buscaban la oportunidad para matarlo.
Son muchas las cosas que tengo que decir y juzgar de ustedes. Lo que yo le digo al mundo es lo mismo que he oído decir al que me envió. Y él dice la verdad.
Abraham, el padre de ustedes, se regocijó al pensar que vería mi día. Y lo vio y se alegró.
Y también es padre de aquellos que han sido circuncidados, pero que también han creído. Ellos siguen el ejemplo de Abraham, quien creyó cuando todavía no estaba circuncidado.
En aquel tiempo el hijo que nació por decisión humana persiguió al hijo que nació gracias al poder del Espíritu. Y así también sucede ahora, pues los que son esclavos de la Ley nos persiguen a los que somos libres de la Ley.
Entonces el dragón se enfureció contra la mujer. Por eso, se fue a hacer guerra contra el resto de sus descendientes. Es decir, contra los que obedecen los mandamientos de Dios y continúan confiando en el mensaje de Jesús.
Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. La mujer estaba ya a punto de tener a su hijo. Entonces el dragón se plantó delante de ella para comerse a su hijo tan pronto naciera.